¿Seguro que don Julio Cortázar no fue abogado?
Septiembre. Mes hábil. Juzgados.
– ¿Qué tal las vacaciones?
– En ocasiones, veo plazos.
Luego la conversación deriva en los habituales derroteros entre abogados …
El porqué de esa ansiedad y cuasi temor ante los plazos lo resume otro vocablo que si se es ajeno al mundo jurídico induce a sino a temor sí a respeto ante lo categórico del mismo: preclusión.
Y ello es así porque lo que dice, impone, ese vocablo de forma categórica es que si transcurre el plazo se perderá la oportunidad de realizar el acto de que se trate y así lo recoge el artículo 136 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (https://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.l1t5.html) y los plazos son improrrogables como recoge el artículo 134 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Plazos, plazos, plazos, sí, porque los plazos siempre están ahí, protagonistas en la profesión de la abogacía, abogadas y abogados conviven a diario con ellos.
Fue durante esta convivencia diaria con los plazos cuando escuchando el podcast de @ApplelianosPod, capítulo denominado “Minimalismo en nuestros dispositivos” y publicado el 27 de septiembre 2022, hicieron referencia a una cita de don Julio Cortázar sobre “cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido” y esa referencia al reloj en el podcast la relacionaron con un teléfono móvil pero … ¿adivináis? Sí, yo inmediatamente pensé en un plazo.
Por eso me pregunto si don Julio Cortázar no fue abogado.
P. S. Os dejo el texto de don Julio Cortázar:
“Cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj”.
Julio Cortázar, libro “Historias de cronopios y de famas”.
Fuente: https://citas.in/frases/1518115-julio-cortazar-cuando-te-regalan-un-reloj-te-regalan-un-pequeno-i/